Clara Sutter era una niña que vivía a bordo del USS Enterprise -D en 2368. Hija del alférez Sutter, a Clara le gustaba cocinar; entre sus platos favoritos estaban la ensalada de yogur y pasas, las tortitas de chocolate y las tortillas moradas.
Había pasado la mayor parte de su infancia yendo de una nave estelar a otra, siguiendo a su padre en sus diferentes misiones. A menudo, cuando hacía amigos, su padre era trasladado a otra nave. Para sobrellevarlo, creó una amiga imaginaria llamada Isabella; aunque su padre se preocupó brevemente por ello, la consejera Troi le aseguró que era una actividad perfectamente normal. Habló con Clara y su padre sobre Isabella, poniendo fin a la participación de la niña en la sesión cuando Clara tuvo que marcharse para ayudar a Keiko O'Brien a plantar capuchinas en el arboreto de la nave.
Poco después, una entidad abordó el Enterprise-D en busca de una posible fuente de energía. Adoptó la forma de Isabella y se hizo amiga de Clara para investigar la nave, volviéndose invisible cuando Clara estaba en público para preservar la idea de que no era "real", aunque Worf vio a Isabella una vez; ambas chicas chocaron con él en un pasillo porque no estaban prestando atención.
Aunque al principio Isabella estaba dispuesta a liderar a su especie en la destrucción de la nave debido a la crueldad percibida por los adultos hacia Clara, fue convencida para que se marchara cuando el Capitán Picard convenció a Isabella de que las reglas que imponían sólo estaban ahí para proteger a Clara, e incluso Clara pondría algunas reglas para sus hijos cuando creciera. Al final, la entidad se dio cuenta de su efecto negativo sobre Clara y abandonó la nave. (TNG: "Imaginary Friend")