El Teniente John Mark Kelly fue un astronauta del Siglo XXI. Estaba casado con Jeannie Kelly.
En el año 2032, era el comandante de la misión Ares IV a Marte. Desapareció el 19 de octubre, junto con el módulo de mando en el que orbitaba el planeta, mientras los otros dos tripulantes se encontraban en la superficie del planeta.
Por desgracia para él, una elipse de gravitones apareció de la nada y engulló su nave, lo que le dejó atrapado sin comunicación con el resto del universo. Allí encontró una nave espacial alienígena, o más concretamente, los fragmentos rotos de una. Consiguió sobrevivir durante diez días, pero luego redirigió toda la energía de su nave al generador de imágenes, dejándose morir de hipotermia.
La USS Voyager descubrió posteriormente el módulo de mando, junto con el cuerpo de Kelly, dentro de la elipse de gravitones en el Cuadrante Delta en el año 2376. Al acceder a los registros, se enteraron, para su sorpresa, de que Kelly había vivido durante varios días tras quedar atrapado en la elipse, aprendiendo que los humanos no estaban solos en el universo antes de morir. Kelly recibió un funeral militar completo a bordo de la Voyager, y fue ampliamente considerado como uno de los verdaderos pioneros de la exploración espacial tripulada, hecho que fue reconocido incluso por Siete de Nueve, que inicialmente se había mostrado escéptica sobre el valor de su recuperación.
Kelly era aficionado al equipo de béisbol de los Yankees de Nueva York, y lamentaba no saber nunca quién ganaría las Series Mundiales en 2032. En su servicio fúnebre en el puente de la Voyager, Siete se acercó a su ataúd y susurró: "los Yankees... en seis partidos". (VOY: "One Small Step")