Laura fue una Humana asimilada por los Borg en Wolf 359.
Como dron Borg era capaz de existir en la Unimatriz Cero durante sus ciclos de regeneración. Esto se debía a una mutación genética recesiva que le permitía experimentar la individualidad en la Unimatriz Cero mientras se regeneraba. Dentro de la Unimatriz Cero, era amiga de Siete de Nueve y Siral.
Cuando Siete de Nueve regresó a la Unimatriz Cero en 2377 por primera vez en varios años, Laura le dijo que parecía fuera de lugar allí con sus implantes cibernéticos. También fue durante la llegada de Siete que Laura reprendió a Korok, después de que éste advirtiera que Siete los ponía a ellos y a su nave en peligro al estar allí, preguntándole que no debería estar afilando sus dientes.
Mientras las interacciones de Siete con la Unimatriz Cero continuaban, Laura participó en un plan en el que ella y el resto de los drones de la Unimatriz Cero conservarían sus recuerdos e individualidad mientras estuvieran despiertos como drones. Formó parte del movimiento de resistencia borg contra el colectivo. Cuando la Reina Borg envió drones a la Unimatriz Cero para acabar con la resistencia, Laura observó, en un momento dado, que había once drones cerca, a menos de trescientos metros. Más tarde, cuando se supo que podrían conservar su individualidad tras completar su regeneración, por lo que podrían continuar con su resistencia, Laura señaló que sus naves estaban "dispersas por toda la galaxia", y que era probable que fuera "el único dron a bordo que conoce este lugar." (VOY: "Unimatrix Zero, Part I")
Más tarde, cuando se acordó que la Unimatriz Cero fuera destruida, ella le preguntó a Axum: "¿quedará algo?" (VOY: "Unimatrix Zero, Part II")