Sylvia era el miembro más joven de un equipo de más allá de la Vía Láctea formado por dos exploradores Ornitóides con forma humana que establecieron un puesto avanzado, disfrazado de gran castillo, en el planeta Pyris VII. Los grupos de desembarco de la USS Enterprise fueron atrapados por Sylvia y su colega Korob para su observación en 2267.
En el lugar de donde procedían estos alienígenas, evidentemente no había lujos ni apenas sensaciones. La repentina inmersión de Sylvia en las sensaciones y el lujo hizo que se volviera irracional; también descubrió que le gustaba infligir dolor y controlar a los demás. Korob consideró a Sylvia una traidora y sus acciones una traición al propósito por el que los Antiguos habían enviado a los exploradores. Pero para entonces, a Sylvia ya no le importaba nada; de hecho, planeaba deshacerse de Korob y apoderarse de su gran poder para su propio uso.
Sylvia podía alterar su forma a voluntad, y podía examinar telepáticamente las mentes de los individuos cercanos a ella. También podía controlar telepáticamente las mentes de los individuos; todas estas proezas eran realizadas por su propia mente, amplificada por el poder de un mecanismo que le había sido confiado; en sus formas humana y felina, este instrumento aparecía como un colgante de cristal. En una de las expediciones del grupo de desembarco a Pyris VII, Sylvia proyectó una imagen del teniente Jackson en su mente. Cuando mató la imagen, y supo que estaba muerto, lo asesinó de verdad.
Korob, reconociendo que toda su misión estaba comprometida, liberó a los tripulantes del Enterprise, y comenzó a guiarlos fuera del castillo. Pero Sylvia lo interrumpió, enfrentándose a ellos en forma de un enorme gato. Al intentar escapar de sus garras, Korob fue aplastado y gravemente herido por una gran puerta que Sylvia derribó de sus goznes; Kirk se apoderó de la varita de Korob, el transmutador, y escapó por el techo. Allí, Sylvia envió a sus embelesados secuaces, McCoy, Scott y Sulu, contra Kirk y Spock; derrotaron a estos hombres, sólo para enfrentarse a Sylvia, que seguía siendo un gato gigantesco. Pero a estas alturas, Kirk comprendió la importancia del transmutador: aunque no podía controlarlo, amenazó a Sylvia con él. Evidentemente, Sylvia sólo podía manejarlo cuando estaba en contacto físico con él; a pesar de que Kirk estaba bastante cerca de ella, sosteniendo el dispositivo, siguió exigiendo que se lo diera. Finalmente, intentó utilizar un fáser para obligarle a dárselo; él respondió rompiéndolo, lo que deshizo todo lo que había creado, dejando sólo las frágiles formas de Sylvia y Korob, diminutas criaturas de sólo unos centímetros de largo, y frágiles como plumas al viento, marchitándose y muriendo rápidamente. (TOS: "Catspaw")